El hígado funciona en nuestro cuerpo como el Laboratorio donde se manejan todas las toxinas y desechos del organismo, es como un filtro que recoge y elimina las toxinas del cuerpo.
Por otra parte, se encarga de fabricar importantes sustancias que necesita nuestro organismo, como la bilis esencial en la digestión.
El hígado también es fundamental en el almacenamiento de vitaminas (A, D, E, K) y glucógeno (hidratos de carbono). Es decir él guarda energía en forma de azúcar, que pone a disposición del cuerpo.
Cómo saber si tu hígado está funcionando bien
La enfermedad hepática puede ser genética o causada por factores como un virus o el consumo de sustancias tóxicas por ejemplo el alcohol, fármacos y algunos tipos de alimentos.
Con el paso del tiempo puede llevarlo a un deterioro (cirrosis, hígado graso) e incluso provocar insuficiencia hepática.
Ahora bien, te presento algunos de los signos y síntomas de la enfermedad hepática según la Clínica Mayo:
- Piel y ojos amarillentos (ictericia)
- Hinchazón y dolor abdominal
- Hinchazón de piernas y tobillos
- Picazón en la piel
- Color oscuro de la orina
- Heces de color pálido o heces con sangre o alquitranadas
- Fatiga crónica
- Náuseas o vómitos luego de consumir alimentos irritantes o grasosos
- Pérdida de apetito
- Dolor De Cabeza recurrente
- Mal aliento y sabor metálico en la boca
- Cambios de humor repentinos
- Sobrepeso, obesidad y diabetes
Existen pruebas de laboratorio que en forma temprana, antes de que el hígado entre en franca enfermedad hepática, pueden alertar sobre su condición, permitiendo actuar en forma preventiva para recuperar su bienestar.
Entre las pruebas de laboratorio tenemos las bilirrubinas, las transaminasas y la
fosfatasa alcalina. Estas pueden ser medidas en la sangre y nos hablan de la salud del hígado antes de experimentar síntomas como ponernos amarillos (ictericia), o tener implicaciones en el sistema digestivo e incluso a nivel cerebral.
Estos indicadores biológicos los solicita el médico tratante cuando encuentra signos y síntomas relacionados. En forma preventiva, como parte de un chequeo de salud periódico, se puede sugerir realizarlos cada 2 a 5 años en la vida adulta.
Sus resultados deben ser interpretados en el marco de una evaluación médica.
¿Por qué es importante detectar y tratar a tiempo el Higado Graso?
La detección y el tratamiento temprano de la enfermedad del Higado Graso No Alcohólico evita que se produzca una inflamación en las células del hígado que puede llevar a insuficiencia hepática e incluso cáncer.
El problema está en que esta enfermedad es asintomática al inicio, no obstante existen factores de riesgo que pueden estar relacionados:
- Tener sobrepeso u obesidad
- Prediabetes
- Diabetes tipo 2
- Colesterol alto.
- Triglicéridos altos
- Hipertensión arterial
- Pérdida rápida de peso y una mala dieta
- Cirugía de derivación gástrica
- Enfermedad intestinal.
- Consumir ciertas medicinas como los bloqueadores de los canales de calcio y algunos medicamentos para tratar el cáncer
A pesar de ello, a partir de las pruebas de sangre se puede detectar a tiempo esta enfermedad.
Si deseas tener un hígado saludable, sigue las siguientes recomendaciones
Bebe alcohol con moderación, no superes dos bebidas al día.
Evita las conductas de riesgo, como compartir agujas en caso de consumir drogas intravenosas o tener relaciones sexuales sin protección.
Si decides hacerte perforaciones o tatuajes asegúrate que el lugar cuente con medidas de higiene y seguridad adecuadas.
Vacúnate en caso de tener un mayor riesgo de contraer hepatitis.
Se prudente en el uso de medicamentos. Toma medicamentos recetados y de venta libre únicamente de ser necesario.
Evita mezclarlos con el consumo de alcohol y antes de consumir medicamentos a base de hierbas consulta con tu médico.
Cuidado con los aerosoles. Al usarlos asegúrate que la habitación esté ventilada y usa una máscara al rociar insecticidas, fungicidas, pintura y otros productos químicos tóxicos, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Cuida tu peso. La nutrición es un pilar fundamental, evita los alimentos procesados, el exceso de azúcar, el alto consumo de grasas de origen animal y los estimulantes ya que colaboran poco en tu bienestar.
Por otro lado una alimentación adecuada especialmente vegetales y frutas que incrementan el aporte de vitaminas, cereales integrales, así como mantener un peso adecuado, ayudan al cuidado celular del hígado.
Por último, un complemento importante en el cuidado del hígado son la actividad física regular, aeróbica o anaeróbica (pesas) como mínimo 3 horas a la semana y una adecuada hidratación.
Agenda tu cita con nosotros y conoce el estado de salud de tu hígado.
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